DIA 2. Banjul / Makasutu / Kanilai (Sindola Lodge)


Dia 2. Banjul / Makasutu / Kanila (Sindola Lodge)
Laico Hotel 


Habíamos quedado a las 10 h. con nuestro guía, Omar, pero nos gusta aprovechar el tiempo, así que nos levantamos pronto.

Fuimos a desayunar, y……. primera sorpresa, éramos los únicos clientes de un hotel enorme.
En el comedor teníamos preparado un mini-mini bufete para 2 y 6 camareros para servirnos.
Casi, casi se oía el ruido que hacíamos al masticar, ¡nos sentíamos observados por 12 ojos!

Reptil multicolor
Salimos a explorar el hotel y terminamos bañándonos en una preciosa piscina, solos con 4 jardineros, 1 socorrista y un montón de pajaritos que nos miraban. Fue un detalle por nuestra parte no ahogarnos porque como todos nos miraban imagino que todos se hubieran lanzado al agua para salvarnos (pajaritos incluidos). Fue la primera vez que vimos unos pequeños y graciosos repiles multicolor que estan por toda Gambia.

Mercado de Seracunda
Allí ya vi que pasaba algo raro con las mujeres, cada vez que mi marido se distanciaba de mi unos pocos centímetros (persiguiendo algún pajarito para fotografiar) aparecía un pajarraco, chico joven guapísimo, que intentaba ser simpático con migo. ¡me querían ligar! , a mí, que hace años que ya los paletas no me silban al pasar por las obras. (Cuando había obras, ahora como ya no hay construcción ya no le silban a nadie)

No sabía que Gambia es un destino sexual para las mujeres blancas que van allí a echar una canita al aire ligándose a algún nativo. Es algo exagerado, al principio te sorprende, después acabas por acostumbrarte, la verdad es que estos chicos africanos son guapísimos y como que se pasan todo el día haciendo abdominales y corriendo por la playa tienen unos cuerpazos atléticos que te impresionan.
Vendedor de pan

Salimos con nuestro vehículo de Gambia Tours, la primera parada (no programada) la hicimos en el mercado de Seracunda, porque yo tanto sacar ropa nuestra para poder llevar los artículos para Gambia no tenía ningún pantalón largo y era necesario para las excursiones para que los insectos te piquen menos. (1 pantalón africano, sin sobrehilar: 210 dalasis)

De paso vimos un concurrido mercado. Allí las mujeres llevan unos vestidos muy coloridos, van con los niños colgados en la espalda y unos bultos enormes en sus cabezas y aun asi andan super ligeras (yo no me podría ni mover y si lo hiciera probablemente me caería) También son muy, muy guapas. Está clarísimo Gambia es un país de gente guapa.
Niños en Makasuto


Íbamos hacia el Bosque cultural de Makasuto. Es una reserva ecológica creada en 1992, posee una gran variedad de monos y aves. Allí realizamos una caminata acompañados de un guía local para poder ver los diferentes ecosistemas: manglar, sabana y el palmeral. Hicimos una travesía en piragua a través de los manglares, son unas plantas que tienen sus raíces en el agua, es una autentica selva acuatica y la piragua va entre ellas, es una travesía muy bonita. Vimos a muchos niños bañándose en el rio. Los niños 
Mama mona con su berbe
son igual en todas partes por lo que su gran diversión era mojarnos con agua, el guía local, el nuestro ( Omar) y el “capitán” les chillaban por que nos podían mojar las cámaras de fotos y cuanto más les chillaban ellos mas se acercaban y más nos mojaban, al final el capitán se apeo de la nave y se monto una trifulca del carajo. Pero los niños ni caso. Son igual que los niños catalanes no hacen caso ni a su madre. (Propina al barquero: 200 dalasis)

Pelicano
Durante el paseo vimos muchos pájaros y monos. También visitamos a un Chaman local, un animista, que por el módico precio de 100 dalasis té lee la palma de la mano, me dijo tan solo cosas buenas, ya le advertí al guía que le dijera que yo estaba allí de vacaciones, que de lo malo no quería saber nada en absoluto, las penas durante el resto del año. Por 100 dalasis más el chaman te carga energéticamente un amuleto para no tener dolor. Es una maderita con un cable, te lo tienes que poner a modo de cinturón, debajo de la ropa, que te toque el cuerpo. Compramos 2, uno para mi marido y otro para mi madre. De momento ninguno ha notado sus efectos milagrosos. No deben tener suficiente fe.
Lorito azul

El hombre se quedo tan contento porque mi marido le dio 50 dalasis de propina y porque yo le di un pequeño bocata de queso ( lo había preparado en el hotel) 1 un Kit kat ( que nos sobro de la cena en el avión) que nos regalo unas maderitas milagrosas para hacernos infusiones. La verdad es que aun no nos hemos atrevido a prepararlas.

Comimos en una carpa en mitad del parque, la comida estaba buena: arroz blanco, salsa de cacahuete, arroz con tomate, patatas fritas, berenjenas, yuca, plátano macho frito, mango, pan con mantequilla y un refresco. Pedí la receta de la salsa de cacahuetes, la podéis ver en el Bolg: cocina3generaciones. (refrescos: 200 dalasis)
Comiendo en Makasuto, 





Después de comer querían que caminásemos 1 hora a pleno sol para ver el palmeral y catar el vino de palma. ¡Ni locos!

Si vais que os hagan este paseo antes de comer. Como ellos estaban con el ramadán y no podían comer ni beber, tan solo chupar un palito, les daba igual que a nosotros nos entrara un colapso de calor, un sincope, una lipotimia, un yamacucu,………..

A la salida visitamos una zona de shopping y compramos allí varias tonterías. Nos hicimos un hartón de comprar todos los días, teníamos que cumplir con el trueque pactado en Barcelona. (3 imanes, grandes, de madera paa nevera: 150 dalasis) (3 monos pequeños de madera: 100 dalasis) (2 figuras de madera, de 30 cm: 100 dalasis) (4 llaveros de madera: 100 dalasis)
Cartel minas antipersona

Ya nos dirigimos hacia el Sindola Lodge, cerca de Kanilai. Es el pueblo y el hotel del señor Presidente de Gambia, Hammameth.

Durante el trayecto nos volvió a pasar lo mismo que durante el trayecto de la mañana, a cada momento te para un control, puede ser del ejército o de la policía. Pero más o menos cada 5 kilómetros hay uno. Hacen parar el vehículo, miran dentro, hablan con el guía y te dejan marchar.
Hotel Sindola Lodge

Resulta que Senegal Sur pide la independencia a Senegal Norte, ya están de trifulca armada., pero para no tener que dar una vuelta enorme para poder hacerse atentados entre ellos pasan por Gambia que les pilla más cerca, así tardan menos en transportar armas y explosivos. Gambia es como una salchicha que está en medio de Senegal. Va de la costa al interior de Senegal.Al principio te sorprende después, cuando ya has pasado unos 4 controles en 10 minutos te acostumbras, también te acostumbras a ver señales de “peligro minas anti persona” en los caminos transversales a la carretera principal.

Arbol Baobad
Al final llegamos al hotel Sindola Lodge, en Kanilai, precioso, con bungalows y una bonita piscina. También ¡solo para nosotros! Cerca de allí quisieron hacer un parque-zoologico con animales, pero por desconocimiento no los atendieron bien y la mayoría se les murieron antes de abrirlo al público. Actualmente tiene tan pocos animales y en tan mal estado que no se recomienda su visita. Te debe deprimir un montón, pero como menos turistas vayan menos ingresos tendrán y menos atenderán a los pobres animales. Nosotros optamos por no ir. No sé si hicimos bien o mal.

Nos quedamos en el hotel y después del baño en la piscina, sabiendo que nuestros dos
"Medio hablando" con mujeres
compañeros de viaje (el guía y el chofer) estaban todos rezando nos animamos a salir por nuestra cuenta a visitar el pueblo de Kanilai. Cargue el bolso con caramelos, bolis y lápices y nos aventuramos a salir solos.


Nuestra aventura en solitario duro 2 minutos, estaba yo dando caramelos a un montón de niños y Toni sacando fotos a unos pajaritos cuando se nos persono el mismísimo director del hotel (este ya debía haber rezado). No nos lo pudimos sacar de encima. Nos hizo de guía, el presidente del país tiene allí una casa enorme que él orgulloso nos enseño desde fuera, nos paseo por la carretera y nos metió rápidamente por unas calles interiores cuando pasaron 2 camiones enormes con un montón de paramilitares que groseramente nos saludaron descargando los tubos de escape de los 2 vehículos, nos dejaron intoxicados, tosiendo como locos.
Repartiendo caramelos y lapices

A parte de esto el paseo fue fantástico, vimos como vive allí la gente, no pasan hambre pero no tienen nada en absoluto, ni agua, ni luz, casi ni ropa y las calles están sin asfaltar. Todos se estaban acicalando en el exterior de sus casas porque tenían que estar guapos para poder cenar con sus familiares y amigos. En época del ramadán hacen unas grandes cenas colectivas. Siempre comen lo mismo, arroz, patatas, pescado y mango.
Vimos unos árboles enormes, Baobab, alguno tiene más de 500 años.
Bebe llorando y huyendo
por mis cabellos rubios

Allí vi por primera vez como los bebes me observaban perplejos y algunos se ponían a llorar como locos, que pena me dio. Nunca habían visto a blancos y mi pelo rubio (teñido) y mis ojos claros les aterrorizaba, yo soy muy criaturera y a Toni le hacía mucha gracia ver como los bebes huían de mi, los que ya podían correr, por que los otros se quedaban horrorizados llorando abrazados a sus hermanas mientras estas cogían caramelos y lápices.

Al llegar al hotel cenamos los 4 juntos, sopa de cebolla, arroz blanco y pollo encebollado.2 cervezas : 175 dalasis. (Propina: 50 dalasis) El pobre chofer lo paso mal cenando. Lo sentamos delante de mí y no sabíamos que los islamistas radicales durante el Ramadan no pueden mirar ni hablar con ninguna mujer que no sea la suya. Además este hombre estaba un poco congestionado y Toni le dio 1 caja de paracetamol, con las correspondientes instrucciones, uno cada 8 horas.
Paseando por Kanilai

Nos fuimos a dormir encantados con nuestro guía, Omar, que aparte de hacer de guía nos hacía de trovador (pero sin música) contándonos un montón de curiosidades locales.


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